Los ríos Orza, Yuso y Cea despiden a los participantes del Encuentro Internacional.

La montaña de Riaño volvió a sorprender a los participantes en el Encuentro Internacional de Pesca Sostenible y Turismo Rural. Tras varias jornadas de agobiante calor el sábado amaneció con ligera lluvia y viento del norte. Esto trajo consigo una sensación térmica casi invernal que, sin embargo, resultó muy positiva para la pesca.

El Orza deparó los mejores lances, no tanto por el tamaño de las capturas como por su cantidad. En el Yuso a la altura de Boca de Huérgano, todavía repleto de bogas, se consiguieron muchos peces y también muy buenas truchas, al igual que en el Alto Cea. Y no es que las truchas sean el elemento esencial en este encuentro que busca sacar de las fronteras de León y de España toda la belleza natural y también la obra humana que albergan estos valles, pero si el complemento necesario para una feliz estancia de los que aman la pesca y quienes les acompañen.

Si hay algo en lo que coinciden los periodistas y cámaras de las televisiones es que la comarca de Riaño es un auténtico paraíso entre montañas que es necesario conocer. Para los amantes de la pesca los numerosos ríos que descienden de los valles entre las cumbres cuajadas de neveros ofrecen calidad y variedad. Desde el Esla, con su extenso embalse que mas parece un inmenso lago, donde las enormes truchas esperan para ser pescadas, a los arroyos de aguas cristalinas que lo alimentan. Con su economía tradicional basada en una ganadería muy debilitada, estos pueblos que han sufrido una fuerte despoblación se están adaptando a los nuevos tiempos con un enfoque hacia el turismo de calidad que se sustenta en los recursos naturales, la pesca la caza y el paisaje, junto con el desarrollo de una hostelería que respeta la tipología de la vivienda montañesa y una rica gastronomía desarrollada a partir de los alimentos naturales de la zona.

A las diez de la noche una cena puso el colofón a un Encuentro marcado por el éxito.